Pero hay una parte de ti que nunca conocí,
y los juegos a los que jugaste, siempre los ganaste.
Pero prendí fuego a la lluvia,
y la vi caer, mientras tocaba tu cara,
ardió mientras yo lloraba,
porque la escuché gritando tu nombre,
G R I T A N D O T U N O M B R E.
No hay comentarios:
Publicar un comentario